Los humanos utilizamos las medicinas para todos
los dolores que nos aquejan, pero lo que no sabemos es que nuestra orina tiene
una gran carga de medicamentos que entran en el agua a través de las cañerías.
Uno de los animales afectados son los sapos, los cuales sufren hermafroditismo
debido a los estrógenos. En muchos casos no pueden reproducirse y su sistema
endocrino no funciona.
En India, un 90% de los buitres han muerto por
la presencia de diclofenac, un antinflamatorio, presente en el agua. Esto lleva
a que no haya animales que coman las carroñas, y por ende surjan perros que las
coman. A su vez, los perros contraen rabia, llevando a un problema muy grave
para la población.
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